domingo, 9 de mayo de 2010

Exilio de la flota Repúblicana: la flota “roja”

Destructor Almirante Ferrandiz

Antecedentes:

La flota Republicana supo permanecer fiel al Gobierno legalmente salido de las urnas el 14 de Abril de 1931. En Julio de 1936, La mayoría de los miembros del cuerpo general está directamente implicados en la conjura, su alineación con los sublevados es casi automática. El enfrentamiento resulta inevitable. Los oficiales de máquinas y alguno del cuerpo general que se mantiene leal al gobierno , reducen al mando en colaboración con la marinería y cabos por ello a raiz de esos episiodos la Marina como bien dice Benavides en su libro “la Marina la mandan los Cabos”. Estos oficiales son arrestados y entregados, en su mayoría a la Comandancia de Marina de Cartagena. El destructor Churruca, “el adelantado”, al percatarse que se estaba tratando de pasar a todo el ejercito de Africa a la penincula, se subleva su marinería y evita el paso de todo el ejército de África a la península por medios navales. Sus oficiales fueron arrestados y entregados a la comandancia de Malaga. Este capitulo se repite en practicamente todos los barcos de Marina. La Marina se queda practicamente sin mandos superiores que no superan el 20% de oficiales permaneciendo estos fieles a la República.
En Noviembre de 1936 , el estado de la flota Republicana se compone de los siguientes buques. En total unos 93, (en este listado, evidentemente, no se suman los buques que fueron tomados por los sublevados con sus dotaciones originales encarceladas y ejecutadas por ellos). La flota de aquel entonces duplicaba a la actual en número de unidades. Conformación de la flota Repúblicana:

Acorazados:
1 Acorazado: Jaime

Cruceros:
3 Cruceros: Miguel de Cervantes, Libertad (insigna) y el Mendez Nuñez

15 Destructores:
Sanchez Barcaiztegui, Lepanto, Churruca, Alcalá Galiano, Almirante Valdés, Almirante Antequera, Almirante Miranda, Gravina, Escaño, Almirante Ferrandiz, Jorge Juan, Ulloa, Alsedo, Lazaga y el Jose Luis Diez que pasó por muchas aventuras.

10 Submarinos de la clase “B” y “C"
1 Cañonero
Además de estos buques de altura tambien se componía de:
- 6 torpederos
- 10 dragaminas
- 4 lanchas dragaminas
- 9 pesqueros armados
- 2 guarda costas
- 2 patrulleros
- 2 vigilancia fiscal
- 1 guardapescas
- 2 transportes
- 1 petrolero
- 11 buques auxiliares
- 6 remolcadores
- Motoras y barcazas de desembarque
- 1 buque hospital
- 4 bous armados.

              Tripulación del Churruca. Foto de  David Fdez. Dopico,
            colec. privada David Fernandez Martinez
                                                                                                        


En su conjunto los más antiguos no sobrepasaban los 10 años de antigüedad. Hay que destacar que en lo que se refiere a los Destructores, el primero botado en 1930 de la clase “Churruca” fueron de lo mejor que había en Europa. Los efectivos se componían de 13 000 hombres. ( antes de iniciarse la guerra era la septima u octava marina del mundo). Los nacionales trataron de compensar su debilidad con la compra de cuatro destructores a Italia (de dudosa utilidad), y sobre todo, con la actividad encubierta de los submarinos italianos Legionarios, que aunque obtuvieron algunos éxitos importantes (el Torricelli torpedeó al Miguel de Cervantes y el Jalea torpedeo al “Churruca”.

No hubo grandes combates excepto el que se entabló con el “Crucero Baleares” y el hundimiento por parte del crucero Canarias del “Almirante Ferrandiz”. La marina Republicana se veia incapaz de interceptar a los convoyes que llegaban con suministros para los sublevados debido a la protección de buques de las marinas alemana e italiana. El entrar en combate con dichas marinas significaría entrar en guerra con dichos paises. El grán papel desempeñado por la Marina Republicana fue tener abiertos los mares para la libre circulación de los convoyes cargados para la zona republicana. Tambien la Marina Inglesa, según algún historiador, colaboró con la marina franquista simpatizando con los sublevados, facilitando a los buques rebeldes la localización de los buques republicanos con emisiones de radio sin cifrar que eran facilmente interceptadas. O sea que “todos en contra de uno” y de esa manera la Marina Repúblicana tenía un margen bastante escazo de maniobra.

A pesar de contar solo con la Base Principal de Cartagena y ésta carecer de unos diques aptos para las reparaciones de Navíos grandes como cruceros y acorazados y verse cercada por la potente escuadra italiana y en especial de submarinos de una flota compuesta de varias decenas de ellos, 57 de éstos operaron durante 1247 días de campaña interviniendo en 86 misiones de guerra. La marina italiana tenía permiso para atacar y hundir barcos rusos, españoles y de otros paises con cargamento para la República. Concretamente atacaban dos puertos claves como eran los de Alicante y Cartagena, con todo ello la Marina Republicana actuó hundiendo barcos alemanes e italianos con eficacia.

Ya la Republica agotada por el grán numero de frentes abiertos y paises colaboradores como la Alemania nazi y la Italia fascista y sometida al pacto de “no intervención” imaginado por inglaterra y posteriormente sometida a un sublevamiento en Cartagena de la falange y entrada de la quinta columna que días más tarde sería de nuevo recuperada por las tropas Repúblicanas, altos mandos de la Marina Repúblicana toman la iniciativa de alejar la flota de Cartagena debido al peligro que representan las baterias de costa apuntando a este puerto donde están fondeados esa maravillosa escuadra todavía compuesta por 15 buques de altura: los cruceros “Libertad”, “Mendez Nuñes” y “Cervantes” ; los Destructores: “Lepanto”, “Almirante Valdés”, “Gravina”, “Almirante Antequera”, “Escaño”, Almirante Miranda”, “Jorge Juan” “Ulloa”, “Sanchez Baracaiztegui”, “Alcala Galiano” y “Lazaga” y el submarino C-4.

Toda una escuadra bien pertrechada pero hundida moralmente.


David Fernandez para Estación Orán-Wahrān وهران

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